- ¿Corazones negros y picas rojas? Vamos, eso es hacer trampas.
- ¡Aaaahhhhhh! La experiencia le ha condicionado para creer que todos los corazones son rojos y las picas negras, dado que sus formas se parecen, le resulta más fácil a su mente interpretarlas según su experiencia, que estar abierta a la idea de que podrían ser diferentes. Siempre vemos lo que esperamos ver, no necesariamente lo que realmente está ahí. Los niños que nunca han jugado a las cartas siempre pasan este test. Uno se pregunta cuántas otras cosas tendrá delante: imágenes, sonidos, olores... que no puede experimentar porque está condicionado para no hacerlo. La buena noticia es, que si repetimos la prueba la aprobará: en cuanto tome consciencia de que pueden haber corazones negros y picas rojas, podrá percibirlos. La instalación eléctrica de su cerebro es como la red de autopistas, resulta fácil ir de un lugar determinado a otro; en cambio, las localidades ubicadas entre ambos, las que se salen de la autopista, aunque estén allí, la mayoría pasa a toda velocidad sin verlas.
- Vale, ese es un buen truco pero, no hay juegos de cartas con picas rojas y corazones negros.
- ¿Cómo lo sabe.................?.
Nota: fragmento extraído de la película "Interstate 60". Os la recomiendo. No es una obra maestra del cine, pero tiene diálogos muy buenos. Es una de esas pelis que te hacen pensar y reflexionar. ;)
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